|
Segunda hija natural del capitán de navío y abolengo nobiliario D. Mariano de Pineda y de Dña. María de los Dolores Muñoz y Bueno, vino al mundo en la granadina Carrera del Darro el primer día de septiembre del año 1804.
Su infancia fue difícil por la temprana muerte de su padre y por adversas circunstancias familiares. Su tío D. José de Pineda ejerció de tutor y, poco después, fue confiada a un matrimonio sin hijos.
Alos 15 años, Mariana Pineda contrajo matrimonio con D. Manuel de Peralta y Volte, natural del granadino pueblo de Huéscar, en la Iglesia de Santa Ana. Era el 9 de octubre de 1819. Transcurrían los años duros del primer periodo absolutista fernandino. De este matrimonio nacerían un niño y una niña. Pero Mariana enviudó tras tres años de vida feliz. Posiblemente esta temprana viudez fue la que la incitó a una vida militante a favor del liberalismo. De su marido y del ambiente en que se movía aprendió la consigna: LIBERTAD, IGUALDAD, LEY.
En 1823, después de un breve periodo de vigencia de la Constitución de Cádiz, Fernando VII inició su segunda etapa absolutista, la llamada "década ominosa" (1823-1833). Serán años de terrible represión a los liberales.
Como en otras ocasiones, en Andalucía -y por supuesto en Granada-se preparó una conspiración contra el régimen absolutista. De una manera muy inteligente, la valerosa Mariana de Pineda se implicó en la preparación del movimiento revolucionario. A tal fin encargó a unas bordadoras del Albaicín el bordado de una bandera que guiaría la revolución, y en la que iría inscrita la leyenda: LIBERTAD, IGUALDAD, LEY. Descubierta por la policía, Mariana de Pineda será condenada a muerte y ejecutada un 26 de mayo de 1831. Poco después, vendría la amnistía a los liberales, y en España la práctica liberal continuaba su tortuoso camino.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario