Hace un año un amigo mío italiano dijo que él quería andar los últimos cien Kilómetros del Camino de Santiago de Compostela en el 2013.
En enero del 2013 él dijo esto otra vez y nos preguntó a mí y a un amigo inglés mutuo, si queríamos ir con él. Los dos dijimos que "sí" y, por eso, reservamos el vuelo con la compañía Ryanair, desde Málaga hasta Santiago de Compostela, para marzo.
Nuestro viaje comenzó con mal tiempo en el vuelo y nuestro avión fue golpeado por un rayo en el descenso a Santiago. ¿Posiblemente un mensaje de Dios? ¡No sabemos si era para nosotros o para Ryanair!
Cogimos un autobús del aeropuerto de Santiago hasta Sarria, ciento veinte kilómetro fuera, para empezar el senderismo.
El tiempo ese día era terrible con mucha lluvia. No esperábamos un buen viaje.
Durante los próximos cinco días, anduvimos los ciento veinte kilómetros. La distancia máxima que andábamos en un día era de veinte kilómetros. Afortunadamente no sufrimos ningún problema importante o significativo, físicamente.
Cada día estábamos-llegábamos cansados, pero estábamos bien generalmente. La ruta no era muy difícil y eso nos ayudaba.
Toda la ruta era por-estaba en Galicia. El paisaje allí es muy bonito y me recordaba al paisaje de las islas Británicas y de Irlanda especialmente.
También el tiempo me recordaba el de las islas Británicas . Vimos todo tipo de tiempos o fenómenos meteorológicos: la lluvia, la nieve, el granizo, el viento, la niebla y algunas veces el sol; aunque creo que los gallegos no conocen bien el sol como los británicos.
Cada noche durante la ruta nos quedábamos en albergues para peregrinos. Son muy buenos y no cuestan mucho. Pagábamos 10 euros por noche por persona. Siempre teníamos suerte porque no estaban ocupados-completos, marzo no es un mes popular para hacer el camino. Mis amigos y yo estábamos de acuerdo en que no nos gustaba que hubiese mucha gente en los albergues.
El quinto día llegamos a Santiago de Compostela. La ciudad en general no es nada especial, pero el centro histórico es estupendo.
La catedral es un edificio magnífico y la arquitectura del centro histórico es muy impresionante. Visitamos la oficina del Camino para obtener el certificado que confirma la consumación de la ruta. Para obtener el certificado se debe andar, mínimo cien km o montar en bicicleta o caballo doscientos km, terminando en Santiago.
También escuchamos o asistimos a una misa para los peregrinos en la catedral, al día siguiente. Para mi amigo italiano que es católico fue un momento especial. Para mí y mi amigo inglés no significó nada desde la perspectiva religiosa, pero fue una experiencia.
En definitiva- en total, disfruté mucho de esta experiencia.
La compañía fue muy agradable, muy bonito ver Galicia y tenemos la satisfacción de haberlo hecho.
El vuelo desde Santiago hasta Málaga fue mucho más suave-mucho mejor. quizá...Dios estaba contento también.
STEVE GRAY
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