El miedo de los malos tratos que sufre una
mujer, es una pesadilla y no sabe lo que hacer.
El
hombre que es más fuerte puede ser débil a la vez, debe querer a sus hijos y
respeto a la mujer. Si sale mala una mujer, abre la puerta y dile vete que
nunca te quiero ver.
El hombre que es un hombre y se viste por los
pies, que nunca se manche las manos con la sangre de una mujer, que mujer fue su madre y por
malo que sea, siempre lo va a querer.
Una mujer desde niña con un hombre se quiere
ver, porque los brazos de su padre la enseñaron querer.
Toda mujer lleva al hombre por bandera ,al
padre, hermano, y, abuelo y el esposo al
que siempre espera, y cuando es madre y el hijo no viene a casa la desespera.
El matrimonio es sagrado, pero cuando no hay
amor cada uno por su lado, que Dios les ayudará,
que es
mejor separados que una guerra sin parar.
Las parejas que tienen hijos es lo más bonito
que Dios le ha podido dar, que siempre haya un respeto y no tengan miedo que es
un deber educar. Aunque estén separados, los hijos no tienen culpa de ná a su
padre y a su madre que los puedan abrazar.
Los hijos son como plantas en el hogar, según
los guíen sus padres a si sus frutos serán, que nunca olvide el hombre que no
le pegue a una mujer, que una mujer es su madre la que lo vio crecer, y su vida
daría por él, y si un día tiene un hija que la maltraten que es lo que ha ría
él.
Que se acabe el miedo, que no haya violencia,
Dios bendiga a las familias.
El hombre y la mujer tienen que tener
paciencia.
El respeto y educación, para toda la humanidad
es la bendición, es lo que quiere Dios, paz y amor.
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